22.8.05

Las Preguntas

Una de las primeras preguntas de las que existe registro histórico, proviene de Mesopotamia da cuenta de la interrogante planteada por Gilgamesh, héroe guerrero, quien ante el cadáver de Enkidu su amigo, lanzó la interrogante: ¿por qué morimos?

Los primeros filósofos eran hombres que se cuestionaban ante el espectáculo del Universo, buscaban desesperadamente el fundamento, el eje, el principio de todo lo que hay. Este fue el origen del pensar sistemático, la fuente de todos los saberes posteriores.


Sócrates preguntó ¿qué es la virtud, qué es el valor, qué es el bien, qué es la belleza, qué es la cosa en sí?.

Rigoberta Menchú, nos incomoda al preguntar: ¿Y si realmente creyéramos en el valor de la diversidad cultural?.

Albert Einstein, nos dejó con movimiento de piso al lanzar lo siguiente: ¿Y si el tiempo y el espacio fueran relativos?.

Pero Mafalda definitivamente nos encantó al preguntar de una manera tan simple, pero tan profunda: ¿Me puede dar la llave de la Felicidad?.

Occidente es una pregunta constante a lo misterioso. La filosofía, la ciencia, el arte son la historia de las preguntas. Preguntas muchas veces dificultes e incómodas.

La incertidumbre del futuro, de los nuevos escenarios, en un mundo cada vez menos predecible, con menos certezas y dogmas, hace cada vez más vital el preguntar y el motivar a los otros a que pregunten, especialmente a nuestros niños y jóvenes.

Cuestionar, preguntar, es hoy más pertinente que nunca. Especialmente en educación.


Cristián Rojo Díaz
Profesor

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